Historia de la Biblioteca Universitaria de Granada
Por María José Ariza Rubio y Cristina Peregrín Pardo
Para comprender la historia de la Biblioteca Universitaria debemos considerar el origen y la evolución, tanto de la biblioteca como institución al servicio de la Universidad que le da su propia razón de ser, como el de los fondos que han ido conformando su rico legado cultural.
La biblioteca
Fondos: Procedencia y Evolución
De los datos de que disponemos podemos deducir que hasta mediados del siglo XIX los fondos procedían de donaciones. Los primeros que aparecen por compra lo hacen a partir de 1839.
Hasta 1875 podemos establecer, a partir de los diferentes inventarios y de las estadísticas, que en la Biblioteca Universitaria de Granada habían ingresado un total de 16.789 obras en 42.629 volúmenes a lo largo de las diferentes épocas, a saber: en 1768 había 10.555 obras en 29.483 volúmenes; en 1837 ingresaron, procedentes del Colegio de Santa Cruz y Santa Catalina, 822 obras en 1775 volúmenes; en 1840, de los conventos extinguidos, 3.131 obras en 5.583 volúmenes; entre 1839 y 1875 ingresaron por compras y donaciones un total de 2.281 obras en 5.788 vols.
Pero en 1875 de estos ingresos sólo quedaban 11.014 obras en 20.406 vols. (habían desaparecido 5.788 obras en 22.223 vols), que versaban sobre Teología, Jurisprudencia, Ciencias y Artes, Bellas Letras, Historia.
¿Cuál fue la evolución de los fondos durante esta época, y a qué se debe la desaparición de estos 22.223 vols?.
Los datos que arrojan los diferentes índices que se habían realizado hasta 1856 son los siguientes:
Año 1768, índice de PP. Mohedanos: 10.555 obras en 29.483 vols.
Año 1785, índice de Velázquez de Echevarría: 4.979 obras en 9.549 vols.
Año 1813, índice de Antonio Pineda: 4.780 obras en 7.260 vols .
Año 1856, índice de Antonio José de Córdoba: 8.291 obras en 14.222 vols.
En ellos se reflejan cómo la mayor pérdida de fondos se había llevado a cabo en el periodo comprendido entre los años 1768 y 1785, debido a que después del traslado de la Universidad y de la Biblioteca al Colegio de San Pablo, todos los fondos de la biblioteca de los PP. Jesuitas y los de la Universidad, fueron depositados desordenadamente en un local inadecuado, donde permanecen hasta 1780, sufriendo daños y pérdidas irreparables.
Aparte de las bajas por robo y deterioro, numerosos documentos (actas del Claustro de 7 de junio de 1780 y de 30 de junio de 1784, Orden del Consejo de 9 de Agosto de 1780) hacen referencia a la costumbre de la venta de libros "inútiles, viejos y deteriorados", para sufragar gastos de la biblioteca (material para escribir, estanterías, etc.), pero nunca para reponer fondos bibliográficos. No hay que resaltar el peligro de esta medida, y cuántas obras que hoy tendrían inestimable valor dejaron de pertenecer al patrimonio de la Universidad debido a ella.
Entre 1785 y 1813 se observa un pequeño descenso, pero en este caso puede reflejar las pérdidas normales en el funcionamiento de una biblioteca, más aún si tenemos en cuenta que el único incremento de fondos en este tiempo eran las donaciones, y en el periodo comprendido entre estos años no se llevó a cabo ninguna.
A partir de estas fechas la evolución de los fondos es ascendente, observándose un claro incremento entre los años 1813 y 1856 debido, sobre todo, a la anexión de los fondos del Colegio de Santa Cruz y Santa Catalina y de los de los Conventos extinguidos, que habían sido depositados en el Museo Granadino, pero que posteriormente pasan a la Universidad.
Los dos artículos adicionales del primer Reglamento de la Biblioteca Universitaria de Granada, redactado en 1839 y aprobado en 1840, nos pueden dar idea de los procedimientos que se seguían para seleccionar las nuevas adquisiciones. En ellos se expone que el Claustro nombraría una comisión formada por un catedrático de cada Facultad y cuatro miembros del mismo para que elaborasen unas listas por orden de urgencia de libros y suscripciones necesarias. Estas listas se presentarían al Claustro para que dispusiera la compra de los mismos según lo permitieran las posibilidades económicas.
Los locales y organización de los fondos
Cuando en 1769 se inició el traslado al Colegio de San Pablo, la biblioteca que había pertenecido a los Jesuitas se encontraba organizada en tres dependencias diferentes: la librería general de la Compañía de Jesús, que contenía a la derecha las obras de las que eran autores miembros de la Compañía y a la izquierda las obras de autores externos entre las que se encontraban obras de los Santos Padres y Sagradas Biblias; una "segunda librería" o archivo donde se guardaban los manuscritos; y las obras que se encontraban en los aposentos de los miembros de la Compañía.
Parece ser que a la Universidad la desbordó la gran cantidad de fondos, limitándose en este momento a amontonarlos todos en los locales de la "librería general", donde permanecieron desordenados hasta que en 1780 se ubica en un local adecuado. De las dramáticas consecuencias que estos años de desorden y abandono tuvieron para los ricos fondos legados a la Universidad nos dan idea las cifras que resultaron del inventario que en 1785 realizó el Padre Echevarría en comparación con el de los PP. Mohedanos.
En su nueva ubicación (que hoy ocupa la Biblioteca de la Facultad de Derecho), en la que permanecerá ya la biblioteca hasta su traslado en 1980 al Hospital Real, los fondos son organizados por el P. Echevarría en catorce secciones que coinciden con las materias del catálogo o índice, a saber:
1. Escritura sagrada, Santos Padres, Expositores: 2. Teología escolástica y dogmática; 3. Teología moral; 4. Derecho civil y canónico. 5. Historia sagrada y profana; 6. Oratoria sagrada o predicable; 7. Medicina; 8. Filosofía escolástica; 9. Filosofía moral y natural; 10. Artes liberales; 11. Poesía; 12. Gramática y lenguas; 13. Ascéticos y libros de devoción; 14. Miscelánea .
En 1813, Antonio de Pineda y Barragán lleva a cabo un nuevo índice y una reorganización de los fondos consistente principalmente en el cambio de nombre de algunas secciones y añadir nuevas que se adaptaran a la evolución de las disciplinas impartidas; así, se incorpora una de "Química, botánica e historia natural", otra de "Física, geografía, matemáticas y artes liberales" y otra de "Economía política y cristiana"; esto significa una muestra de la evolución desacralizadora que la Universidad venía experimentando a favor de un mayor incremento de las ciencias puras y naturales.
La anexión de los fondos pertenecientes al Colegio de Santa Cruz y Santa Catalina en 1837 y de los conventos extinguidos en 1840, así como el incremento de los mismos por compra y otras donaciones, hacen necesaria una nueva reorganización y un nuevo índice de toda la biblioteca, comenzándose la primera con el Sr. Pineda y terminándola y realizando el segundo Antonio José de Córdoba y Gómez en 1856. La sala se dividió en tres partes en las que se distribuyeron las siguientes secciones: 1. Sagrada Escritura y Patrología, Religión, Filosofía; 2. Artes mecánicas, Industria; 3. Medicina, Cirugía, Farmacia, Veterinaria; 4. Botánica, Química, Mineralogía; 5. Matemáticas, Bellas Artes, Literatura, Miscelánea; 6. Oratoria, Gramática, Lenguas; 7. Poesías; 8. Jurisprudencia. 9. Historia, Geografía .
En la actualidad los fondos que alberga la biblioteca están constituidos por 921.247 monografías en papel y más de 80.000 libros electrónicos; las publicaciones periódicas en papel son 17.625 títulos de publicaciones y 6.230 las electrónicas (datos del Anuario 2003 de la BUG).
Estos fondos (excepto los de formato eléctronico que se consultan en línea) se distribuyen por los distintos puntos de servicio, coincidiendo su temática con los estudios impartidos en el centro donde se halla situada cada biblioteca.
El fondo antiguo se encuentra ubicado sobre todo en la Biblioteca del Hospital Real, y en las Facultades de Filosofía y Letras, Derecho, Medicina y Farmacia; la primera posee unos 20.000 volumenes, entre los que podemos citar: 47 incunables, 6.472 impresos del s. XVI, 2.556 del s. XVII, 5.746 del XVIII, y 3.154 impresos comprendidos entre los siglos XVI al XVIII de los que no se puede especificar la fecha. También cuenta nuestra biblioteca con 792 manuscritos: 4 de ellos del s. XIV, 153 del s. XV, 191 del s. XVI, 268 del s. XVII, 93 del s. XVIII, 46 del s. XIX y 37 del XX.
En la organización de los fondos dentro de las diferentes bibliotecas se sigue combinando el libre acceso con los depósitos de libros, aunque en la actualidad, en todas las bibliotecas en las que el edificio y el espacio lo permiten, los fondos de más frecuente consulta se colocan en libre acceso.
Índices y Catálogos
Bibliografía
La Biblioteca General Universitaria / Cristina Peregrín Pardo . En: El Hospital Real (1990)
La Biblioteca Universitaria de Granada ayer y hoy / Cristina Peregrín Pardo . En: Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios (1984, vol. 1, n. 0, p. 8-12)
El fondo histórico de la Biblioteca Universitaria de Granada / Cristina Peregrín Pardo . Separata de: El libro antiguo en las bibliotecas españolas (1998, p. 237-260)
Impresos en español de la Biblioteca del Colegio Mayor Reunido de Santa Cruz y Santa Catalina de Granada : Siglos XVI al XVIII / Cristina Peregrín Pardo . En: De libros y bibliotecas, homenaje a Rocío Caracuel (1994, 287-294)
La Biblioteca Universitaria de Granada / Mª José Ariza Rubio . En: Boletín de la ANABAD (1996, vol. XLVI, n. 3-4, p. 119-136)