Carmen de los Mártires
Descripción del Palacete
El palacete del Carmen de los Mártires obedece a una buena traza neoclásica, bien moldurada y de nobles proporciones. Consta de sótano, dos plantas y un ático. A la planta principal se accede tras un pórtico toscano formado por cuatro columnas de mármol con mayor intercolumnio central; sobre un entablamiento apoyaban los balaustres que protegen una amplia terraza. Esta fachada consta de una ordenación de tres amplios huecos en cada planta, bien guarnecidos y coronados los superiores con conchas semicirculares. La portada que da acceso al edificio se enriquece con elementos arquitectónicos tallados en piedra. Un bello pilar se adosa al ala izquierda.
La planta principal se desarrolla en torno a un patio rectangular, en cuyos alzados diferenciados destacan en dos de sus lados columnatas corintias finamente ordenadas con arquerías. Un paño ciego con ordenación similar bien moldurado y un paño menor acristalado. La parte basamental del patio contiene fuertes pilastras estriadas con escudos de los Mendoza y cartelas; la planta superior está abierta a él, en dos coros, donde se desarrolla un orden serliano de columnas corintias. Lo cubre una cristalera muy de la época, que recibe luz del cuerpo en ático, el cual es el elemento que más rompe con la tranquilidad de la ordenación volumétrica del conjunto. Lo ilumina una gran lámpara de cristal de Bacarrar, proveniente del Palacio de los Condes de la Jarosa, y originariamente de el del General D. Ramón María de Narváez, en Madrid, de donde se trasladó a Loja y de allí a Granada. Alrededor de este patio se sucede una secuencia de salones, unos ornados con azulejería y otros de yeserías. Destaca el artesonado mudéjar que corona la caja de la noble escalera de subida al piso superior, que es antiguo y proviene del convento de las carmelitas calzadas.
Bordeando la fachada izquierda que contiene tres huecos grandes con bella rejería, se dcsarrolla un patio jardín de verano cerrado por cara opuesta por un alto muro ajardinado. Este es recreación de arquitecturas alhambreñas. Lo recorre una estrecha alberca o canalillo que recuerda el Generalife. Las estancias de acceso están decoradas con arcos, yeserías y azulejos, tomadas de la Alhambra como modelo. Al fondo existe aún una pequeña estancia de paso a la terraza y jardín posterior que contuvo un luneto esculpido en mármol de Macael que representa un Calvario, muy deteriorado en la devastación del carmen. Sobre este estanque cae una pequeña cascada con agua proveniente del lago del parque que dota a esta zona de gran frescor para su utilización en épocas estivales.
La planta superior contiene amplias estancias bellamente decoradas, especialmente el gran salón en esquina.
Todo ello esta enriquecido con rejería y columnas de mármol entre las que se ven algunas con capiteles árabes originales.
Contuvo boisseries, entelados y recubrimientos de paredes con cordobanes, escudos y placas de mármol conmemorativas, como la recuperada que recuerda la coronación del poeta Zorrilla.
Este bello palacete es el mejor exponente que tiene Granada de la arquitectura culta de mediados del siglo XIX, contrastando caprichos estilísticos, acordes con el eclecticismo contemporáneo dc la cultura del romanticismo. Realizaban estos revivales partiendo dc elementos estrucrurales del primer desarrollo industrial, castamente ocultos con falsas decoraciones que recreaban ornatos clásicos, mezclados con una construcción tradicional aprovechando la existencia de una rica tradición artesanal granadina como se observa en la belleza de sus puertas talladas y otros elementos.
IGNACIO GARATE ROJAS