| Descripción: | Segunda de las serie de dibujos para grabados creados por Goya, han llegado a nuestros días con el sobrenombre de Los Disparates. Originariamente se les denominó Los Sueños pero hoy son conocidos como indicábamos, con el sobrenombre de Los Proverbios. En ellos, Goya traza sus sujetos del mundo de distorsión de sueños y pesadillas con medio humanos y criaturas extrañas en la noche, guardando una inequívoca relación con sus "Pinturas Negras". Conformada por 20 dibujos pasadas a estampas grabadas, que son, en una manera, una continuación de los Caprichos, carecen de títulos y sus significados permanecen aún sin descifrar. Tuvo que transcurrir 36 años tras la muerte del maestro para que vieran la luz. Fascinado con el miedo, sus causas y efectos sobre los humanos, tal vez sea este el tema prominente en los Disparates. En el "Disparate de miedo", hay soldados armados que están corriendo víctimas de su terror, a consecuencia de un fantasma grande que en realidad es un árbol engalanado con una sabana. Hay una cara muy feliz en la manga del fantasma, sin duda del bromista. En el primero de ellos, editados sin que en su orden pudiera mediar el autor, fallecido casi cuatro décadas antes, se advierten analogías con el "Juego de la Gallinita ciega", cartón que pintara para la Real Fábrica de Tapices. Otro tema de los Disparates es el abuso de la religión en nombre de Dios. Si los Caprichos eran una sátira del Clero, los Disparates enfocan en las víctimas. En el Disparate Desordenado, la figura de un gemelo siamés señala con un dedo acusador a los miembros de una congregación bestial que está rogando para la clemencia. Con esta serie de grabados, Goya pinta la humanidad sin morales o fuerza emocional o espiritual con pocos momentos en que encuentre un hombre valiente o inteligente. La intencionalidad de esta serie era catalogar y denunciar las estupideces de la vida, (entendiendo que don Francisco es entonces presa de una recaída de la enfermedad), como el matrimonio, la pobreza y la guerra. De formatos horizontalizantes, monocromáticos y oníricos, se enmarcan por una escueta moldura de madera en color oscuro, protegidos por un cristal. |
Plegar todo
Desplegar todo
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