Descripción: | Representación de los siete dolores de María, según la tradición devocional, la obra presenta un fondo neutro entonado en ocre. En el centro de la composición, la Virgen, de medio cuerpo, vestida a la usanza hebraica con túnica rosada, manto azul de pliegues y velada por un lienzo blanco que le rodea la cara, luce sobre su corazón una espada que se le clava, en alusión a la Profecía de San Simeón, y con la mano derecha, sostiene un pañuelo a manera de amito. Campea sobre nubes de color grisáceo y la circunvala una ráfaga de destellos dorados que brotan desde su cabeza, en forma de halos lumínicos, aseverando su santidad. Queda orlada por una serie de tondos dispuestos en círculo y unidos entre sí por hojas de laurel, símbolo de victoria, que se anudan en punta por un lazo celeste que adoptando forma de vítor, acoge las siete espadas, alusivas a tal número de dolores. Cada una de estas cartelas circulares de bordes dentellados, contiene una escena representativa de cada dolor. Desde la izquierda, por abajo, y hasta la diestra, serían: "la profecía del anciano Simeón", "la huída a Egipto", Jesús perdido y hallado en el Templo entre los doctores de la Ley", timbrando la serie, "el encuentro de María con su hijo en la calle de la Amargura", prosiguiendo "la muerte en Cruz de Cristo" y "el depósito del cuerpo de Jesús en el regazo de su Madre", para concluir con "el Traslado al Sepulcro". |