Descripción: | Representación en formato pequeño de un Calvario, queda presidido por la imagen de Cristo crucificado, en un madero arbóreo, vestido con un sudario de tela asalmonada, de los conocidos como toneletes o faldellín, que recuerda la más arcaica iconografía medievalista, en relación con el agustino Cristo de Burgos. A sus pies, las imágenes sagradas de la Virgen, que ocupa el lado de la derecha de la cruz, más retrasada en el plano, vestida con saya de terciopelo rojo bordado con piezas de oro y manto azul que cae desde su cabeza a los pies, estando coronada por una pieza de metal de las llamadas de imperio. Al lado contrario de María, la efigie arrodillada, con una suplicante gesticulación de los brazos, en actitud de abrazarse al madero. Se trata de una imagen de candelero articulada para su vestir, que facilita el realismo cultual de estas iconografías, en este caso, Santa María de Magdala, que se presenta con túnica dieciochesca de color crudo y en brocado, con vaporosos encajes en mangas y cuellos .De nuevo hacia este lado del conjunto, nos encontramos con otra talla de vestir, la del Evangelista San Juan, en edad joven, ciertamente barbilampiño, vestido con túnica hasta los pies en terciopelo verde bordado en oro y con capa de corte "pluvial", que se anuda al cuello y cuyos bordes presentan un color verde. Porta en la mano de la izquierda una palma que completa su iconografía. Todo el suelo de este grupo está compuesto por una roca que simula el Calvario o Monte Gólgota, escenario del martirio del Redentor. La representación pasionista queda en el interior de una urna de madera tallada con motivos vegetales, todo ello sobredorado, con un cristal para responder al uso cultual privado. Se remata en un bocelón o cornisa a cuyo inicio es observable una serie de tallas que simulan hojarascas. |