La Máquina Pírica
El italiano Carlos Pianca llegó a Granada en julio de 1817 y solicitó al Ayuntamiento autorización para exhibir su espectáculo, la "
máquina pírica", en el Teatro de la ciudad.
El Teatro Cómico o Casa de Comedias, estaba ubicado el Campillo, como se puede observar en el Mapa Topográfico de la Ciudad de Granada de Francisco Dalmau, de 1831. El edificio nuevo, construido sobre la antigua Casa de Comedias, fue inaugurado por los franceses en 1810, con el nombre de Teatro Napoleón, posteriormente pasó a denominarse Teatro Cómico o Teatro de la ciudad, y a partir de 1903, tercer centenario de la edición del Quijote, se le denominó Teatro Cervantes, así continuó con este nombre hasta su demolición en 1966. En el plano de Dalmau aparece descrito como Casa de Comedias, y en los expedientes sobre sus arrendamientos, reformas y espectáculos que se custodian en el Archivo Municipal se le denominaba normalmente Teatro Cómico.
El Ayuntamiento autoriza el espectáculo del señor Pianca con los siguientes precios:
-1 real por entrada
-1 real por asiento normal
-16 reales palcos principales
-12 reales palcos segundos
El beneficio para las arcas municipales sería de dos reales por palco y por las entradas lo que estipulara el Corregidor.
Una vez examinado el espacio del teatro, Pianca decide actuar en la sala alta del café que se halla en el teatro, pues su espectáculo requiere un sitio reducido, y la forma del teatro "
oculta la visualidad"; para ello requiere de nuevo autorización para tratar con el inquilino del café a fin de conseguir el espacio y los enseres necesarios. Al final, un auto del Corregidor resuelve dar licencia para actuar, con los precios estipulados, en la Sala de los Miradores.
La
máquina pírica, nuevo invento descubierto en París, aunque según nuestras investigaciones podría tener sus origen en China, consistía en fuegos fantasmagóricos con efectos ópticos que causaban gran estupor en los espectadores. En el siglo XIX, se puso de moda este tipo de diversiones públicas, al igual que los "
panoramas", enormes lienzos circulares con representaciones pictóricas que se exhibían en construcciones con plataformas circulares, o las "
máquinas ópticas", portadas fundamentalmente por italianos ambulantes, que mostraban pinturas o representaciones de todo el mundo: los llamados "
tutti li mondi" o "titirimundi", en versión española, debido a su uso por parte de titiriteros ambulantes. Estas modas escénicas corren paralelas al desarrollo de las actividades teatrales, el melodrama, y musicales, propias de un público emergente ávido de emociones.
Concluye la diversión con "bayles de las Ninfas Egipcianas", que, por la descripción de sus movimientos, entrarían quizás dentro de la escenografía de la danza del vientre; y con el no menos inaudito "Bayle Inglés", ejecutado por un "artista impalpable", ¡Viva la Mágia !.
Piezas 1. Carlos Pianca, Italiano, solicita licencia para su espectáculo: una máquina pírica de nueva invención. Incluye, impresa, la programación del espectáculo. 1817. Cuad. 4 h. (1 impresa). Sig.: C.01019.0001
Cartel
fol.2r.
fol.2v.
Pieza nº 2. Vistas de Granada. [Teatro Cervantes y Campillo Alto]. Reproducción de Javier Algarra, Nº de registro 300982, sig. 00.016.05. 1900-1907. Vidrio: placas al gelatino-bromuro de plata. 23 fot. ; 9 x 12 cm. Nºreg.:300443.13/Sig.: F4.C1
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Pieza nº 3 .Mapa topográfico de la ciudad de Granada. - Escala 600 varas castellanas. Fragmento. 1831. 1 plano : b/n, papel sobre tela ; 60 x 103,5 cm. Nºreg.: 7/Sig.: 05.001.05