Descripción: | Recreación que se inspira en el afamado lienzo del florentino Leonardo da Vinci, bajo el título de "La Virgen de las Rocas", la composición es verticalizante y acude a los claroscuros para efectuar el fondo cromático, propio ya de los inicios del barroco. Aún así, en la factura de las Sagradas Imágenes, queda mucho de la fuente que lo inspira. Recortadas las figuras en un fondo que se interpreta como una estancia, en cuyo último término, una oquedad permite la visualización de una ciudad, de la que destaca un arco de triunfo clasicista y un paisaje, éstas presiden el espacio, en el centro del mismo y en primer plano. La figura sedente de María, y a su lado su madre Santa Ana, vertebran la composición. En un elegante escorzo, con la mirada baja, la Virgen sostiene al Niño con el brazo derecho, y este, desnudo, se incorpora hacia la figura de espaldas al espectador, un ángel de corto talle, sin vestimenta alguna. Los ropajes, de tonos pasteles, se tratan con esmero, en tanto que ofrecen una vaporosidad considerable volviéndose translúcidos como en la manga izquierda de la saya encarnada de la Madre. La ancianidad ha sabido mostrarla el autor en los rasgos faciales de Santa Ana, que denota un interés por el Sagrado nieto. El marco, es de madera lisa en la parte exterior, policromado en tonos verdes, y tallada en la moldura de relieve más cercana al lienzo, siendo sobredorada. |