Descripción: | Representación de un asunto festivo que sirve de anuncio a las fiestas del Santísimo Corpus Christi, sobre un fondo pictórico neutro en color blanco, en el que se recorta la silueta arquitectónica de un esbozo urbano del Albaicín, premeditadamente descompuesto, fácilmente adivinado, por su situación en pendiente, guiños a los elementos constructivos particulares, como los vanos, arcos de medio punto, o color blanco de la cal, y todo salpicado por cipreses que por su estilizada figura, aportan verticalidad a la obra. Es este segundo plano el que actúa como verdadero fondo pictórico del asunto que nos ocupa, que no es otra cosa que la custodia dorada que intencionadamente desplazada un tanto hacia la izquierda del espectador, se presenta con once rayos o puntas que salen del viril, donde se observa la perfecta circunferencia blanca que traza el Santísimo. En primer plano, ocupando todo el protagonismo, una joven de espaldas que se contorsiona poderosamente de suerte que fija su mirada en el espectador, vestida de un traje regionalista en rojo, de amplio pico que permite dejar al descubierto buena parte de su espalda. El pelo, recogido en trenza y que cae por detrás, se adorna por unas flores blancas y rojas, concesión folclórica que también vemos en lo alto de la cabeza de la joven, con unos claveles. En su mano izquierda, un tímido ramillete de pétalos azules y blancos. Sus grandes e intensos ojos azules, juegan en similitud con la lágrima, de dicho color, del pendiente que luce. Se reviste con un mantón en verde. Posee la obra un marco de fina moldura metálica en plata. |