Descripción: | Tratamiento verticalizante del difundido asunto religioso de la Anunciación, a la derecha del espectador, en escorzo, dirigida hacia este pero con la mirada baja, y en una posición genuflexa, la Virgen María, vestida con un sayal rosa del que sólo se puede ver las mangas, por lo complicado de pliegues y voluptuoso del manto azul añil que la envuelve desde los hombros. Un velo de color blanco, se dispone regularmente sobre su cabeza, mientras la Madre de Dios, lleva sus manos, uniéndolas, hasta la altura del pecho. En el lado de la izquierda, también en el primero de los planos, un Arcángel, Gabriel, de túnica abullangada que remanga hasta los codos, de tono crudo, y un mantolín en azul con sobrepuestos dorados, que serpea por su talle, tapando la pierna y cadera de su derecha. En esta misma mano, tendida en actitud oferente hacia Ella, porta una pequeña rama de azucena. Por contra, la mano de la izquierda, la eleva hasta el cielo, con el dedo índice tendido, señalando el lugar por donde baja la Paloma, símbolo del Espíritu Santo. Precisamente la tercera de las personas de la Trinidad Sagrada, actúa como ordenador de la composición, a saber en dos mitades idénticas en la zona inferior, y en el plano superior, creando allí un rompimiento de gloria a su alrededor, entre las esponjosas nubes grises. Un cortinaje rojo a la izquierda, en su ángulo, y una mesa que simula, revestida por tapete rojo, el interior de una estancia, completan el conjunto. Éste, se halla rodeado por una faja negra con decoraciones sinuosas doradas, y se enmarca por medio de una moldura de madera y pan de oro. |