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Gracias a la generosidad de la familia Gómez-Moreno, en 1973 fue creado en el seno de la Fundación Rodríguez-Acosta el Instituto Gómez-Moreno con el fin de acoger y difundir el legado de Manuel Gómez-Moreno Martínez. Dicho legado se compone de una rica colección de obras de arte histórico y objetos arqueológicos -pinturas, esculturas, dibujos, esmaltes, cerámicas, vidrios, exvotos ibéricos, vasos griegos...-, y de una biblioteca y un archivo especializados -libros, notas, borradores, dibujos, fotografías...- que conservan los materiales y los resultados de su extraordinaria labor intelectual, así como la de su padre, el pintor y también historiador del arte y arqueólogo Manuel Gómez-Moreno González. Constituye el objeto principal del Instituto la conservación, exhibición y difusión de sus fondos museísticos y documentales, así como la investigación histórica en los campos de la arqueología y la historia del arte relativos a las culturas hispánicas.
El edificio del Instituto fue construido de nueva planta en 1982 dentro del recinto de la Fundación, contiguo al carmen, con el cual comunica a través de sus jardines, si bien dispone de entrada propia desde el exterior. La parte principal de sus instalaciones está destinada a museo y a salas de consulta para investigadores.
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