MÉTODOS QUÍMICOS
Para eliminar las pintadas o graffitis, lo más habitual es utilizar productos químicos más o menos agresivos y agua a presión. Antes de elegir el producto debemos tener en cuenta el tipo de superficie que queremos limpiar ya que los compuestos químicos de los productos pueden reaccionar de diferentes formas en función del material de la superficie o del método empleado para realizar la pintada. Es necesario leer la composición, las instrucciones de uso y precauciones que aparecen en todos los envases y realizar una pequeña prueba en el soporte para comprobar que no se producen daños.
Existen varios tipos de compuestos químicos que podremos agrupar, según su pH, en dos grupos: ácidos (decapantes, disolventes, decolorantes) y alcalinos (detergentes y jabones). En general, su efectividad, toxicidad y agresividad vendrán determinadas por su concentración. A menor concentración son menos agresivos y tóxicos y generalmente menos eficaces.
· Limpiadores ácidos
Son limpiadores con un pH inferior a 7. Son los más tóxicos y los más contaminantes y no por ello los más eficaces. Todos necesitan ser aclarados con agua y no es recomendable su uso porque según el tipo de superficie pueden decolorarlo y dejar manchas de muy difícil limpieza, especialmente en los soportes poco porosos.
· Limpiadores alcalinos. Método recomendado.
Tienen un pH superior a 7. Dependiendo de su alcalinidad serán más o menos agresivos. Su modo de acción se asemeja al de los jabones, es decir se mezclan con la pintura y la van separando del soporte. Necesitan ser aclarados del soporte tras su uso y aumentan su eficacia con la temperatura, tanto la ambiental en cuanto al tiempo de actuación como con la del agua en el momento del aclarado. Para ilustrar estas características utilizaremos el denominado Círculo de Sinner, que nos permite explicar las diferentes fases de la limpieza de las pintadas:
- Acción física: se refiere en una primera fase al removido del producto sobre la pintada utilizando la brocha o paletina con la que lo hemos aplicado, o ayudados por un cepillo de cerdas suaves u otros utensilios que no produzcan daños en el soporte. La segunda acción física vendrá con el aclarado del producto con agua.
- Tiempo: se refiere al tiempo de permanencia del producto sobre la pintada. Tiene a su vez relación con el último factor del círculo.
- Temperatura: se refiere tanto a la temperatura ambiente en el momento de aplicación del producto como a la temperatura del agua del aclarado. A mayor temperatura ambiente mejor función del producto y por tanto menor tiempo de espera, y el agua caliente potencia la acción del limpiador y por tanto aumenta su eficacia.
Todos los factores están interrelacionados entre sí y la modificación de cualquiera de ellos nos obligará a modificar el resto para obtener un resultado adecuado. Por ejemplo si aumentamos la temperatura ambiente podríamos disminuir el tiempo de actuación y viceversa. Si disminuimos la acción física (remover la pintura con la paletina o con un cepillo) deberemos aumentar el tiempo de actuación, etc.
1ª Fase: Aplicación del producto utilizando una brocha o paletina
2ª Fase: Remover con un cepillo que no produzca daños al soporte
3ª Fase: Aclarado exhaustivo hasta arrastrar la pintura y el producto aplicado
4º Fase Dejar secar el soporte unos días y volver a aplicar el producto si han quedado restos.
ÚTILES DE LIMPIEZA
Todos los productos deben ser aplicados según las instrucciones del fabricante.
Para el aclarado, en todos los casos, tenemos que utilizar agua con mayor o menor presión. - Se puede realizar con una manguera enganchada a la red general de la comunidad, o a cualquier grifo de su comercio o casa, aplicando un accesorio (adquirido en ferretería) que regula la salida del agua (en abanico o en chorro) en el final de la manguera.
- Si contamos con una hidrolimpiadora pequeña de las que se utilizan para lavar los vehículos, mejor, pero no es imprescindible.
- En caso de no disponer de ninguno de los accesorios anteriores, se puede aclarar con un pulverizador, de los que habitualmente se utilizan para sulfatar, que pueden ir enganchados a la espalda, son cómodos y tienen una capacidad entre 10 y 20 litros de agua.